Cuando dos personas se conocen y empiezan a salir, parece que todo va bien, aunque no se imaginan el día de su boda, hasta que finalmente, llega dicho día. Es un acontecimiento especial, que requiere de meses de preparación y revisión de todo tipo de detalles, desde la decisión del lugar donde se va a realizar la ceremonia hasta las cosas más pequeñas, pero no por ello menos importantes, como lo son las tarjetas de boda. Una de las partes más importantes de todos los preparativos es decidir la lista de invitados. Tanto el novio, como la novia, querrán que sus seres más queridos, como lo son su familia y amigos, asistan a este día tan especial que marcará un antes y un después en la vida de los dos prometidos.
El número de invitados influirá directamente en el coste total de la boda, que en la mayoría de los casos, suele estar fijado y cuidado minuciosamente con el fin de que el presupuesto final no se dispare y evitar tener que pedir un préstamo para cubrir los gastos. A mayor cantidad de invitados, mayor número de cubiertos, pero no solo eso. Para dar cabida a todo el mundo, se necesita de un espacio grande, que como norma general de los restaurantes y sitios especializados en la realización de este tipo de eventos, hay que reservar y pagar un dinero extra además del cubierto, incrementando el precio. Es por ello que los invitados, una vez que se ha pasado de los familiares y amigos más cercanos, tienen que ser elegidos con mucho cuidado.
Confeccionado la lista para dar las tarjetas de boda
Tanto el novio como la novia necesitan ponerse de acuerdo para confeccionar la lista y que ambas partes queden satisfechas con los invitados que asistirán al evento. Una vez finalizada la lista, se pasará a decidir las tarjetas de boda con las que se informará a los invitados del evento. Bien es verdad que hoy día, con el desarrollo de las nuevas tecnologías, se habla por teléfono o videollamada para comentarlo a los seres queridos, pero las tradicionales tarjetas de boda serán un recuerdo que todo el mundo podrá guardar de ese día con el paso de los años. Las invitaciones de una boda pueden realizarse de manera artesanal en casa, pero salvo que alguno de los dos prometidos tenga cierta habilidad, el resultado no es muy satisfactorio, además para aquellas bodas donde el número de invitados sea elevado, realizarlas personalmente podría llevar demasiado tiempo. Por ello, lo más común es recurrir a tiendas especializadas que ofrezcan resultados profesionales, con todo tipo de papeles y detalles (figuras en relieve, adornos…) que complementan las invitaciones para boda más allá de un diseño único y original.
Ultimando detalles complementarios a las tarjetas de boda
Por otro lado, una vez decidido todo lo que comentamos anteriormente, toca decidir el banquete. Ya sea una ceremonia por lo civil o realizada de manera tradicional, es decir, por la iglesia, el banquete siempre está presente. Se comienza normalmente con unos canapés y entrantes en una zona amplia, a veces, separada de donde estarán los platos, con bocados que pueden ir desde unas simples pero ricas empanadillas a delicias como el jamón serrano o los quesos más variados. Serán una parte fundamental, pueden incrementar el presupuesto si se eligen productos muy elaborados o de alta calidad, pero en cualquier caso, no es recomendable poner una gran cantidad de ellos si queremos que los invitados acaben con los platos que se les servirán a continuación. Éstos pueden ser tantos platos fríos como calientes, adecuados normalmente al clima y la zona donde se realice la boda, pudiendo ir acompañados de ensaladas u otros acompañantes. Algunas veces, junto al plato principal, se coloca un recordatorio en papel, como una tarjeta, acerca de la boda, para que los invitados las guarden. No obstante, estos detalles terminan por perderse en algunos casos, quedando como mejor recuerdo, además de la experiencia y las fotos, las tarjetas para la boda con las que fueron llamados al evento. Es por ello que una buena elección de diseño y calidad de acabados es ideal para que crear las invitaciones de boda perfectas y que nuestros invitados las guarden con especial cariño.
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